viernes, 30 de agosto de 2013

FALSOS APÓSTOLES, FALSOS MAESTROS, FALSA PIEDAD




El apóstol Pablo en 2Cor.11:13, hace referencia a los falsos apóstoles, obreros fraudulentos, disfrazados como apóstoles de Cristo.
Sabiendo que Satanás ha descendido en los últimos días para operar con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Su majestad satánica obra milagros a la vista del falso profeta (protestantismo apostata, Ap.13:13) delante de los hombres, pretendiendo que verdaderamente es Cristo.  Satanás da su poder a pastores, ministros, maestros, sacerdotes, monjas y religiosos de todo tipo y a todos aquellos que de una manera u otra estén ayudando en el esparcimiento de sus sofismas engañosos; por lo tanto los que afirman que tienen el gran poder de Dios solo pueden ser reconocidos por el gran detector:  LA LEY DE JEHOVA.
El Señor nos advierte que si le fuera posible al diablo engañaría aun a los mismos escogidos.  El vestido de la oveja parece tan real, tan genuino, que sólo se puede reconocer al lobo, si recurrimos a las verdaderas normas morales de Dios que están registradas en la Santa Biblia y así encontramos que son transgresores a la Santa Ley de Dios.   "Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo." Fil.3:2

Porque los guardianes de mi pueblo están ciegos, no se dan cuenta de nada.  Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar; se pasan la vida echados y soñando; les encanta dormir.  Son perros hambrientos que nunca se llenan, son pastores que no entienden nada.  Cada uno sigue su propio camino, solo buscan sus propios intereses.  Dicen: vamos a buscar vino y bebidas fuertes para emborracharnos.  Y hagamos mañana lo mismo que hoy, o mucho mas. Isaias 56:10-12

 Hay quienes pretenden recibir visiones, tener sueños y ser enseñados por Dios, que intentan guiar a otros y que debido a un intento equivocado de lo que es el deber, emprenden una obra que Dios nunca les ha encomendado y como resultado de esto habrá confusión.

Cuando el Señor da un mensaje a una persona humilde, le da al mismo tiempo también algo mediante lo cual su pueblo puede conocer que el mensaje proviene directamente de Dios.  Dios no pide que su pueblo crea  a todos los que dicen tener un mensaje divino.  El Señor envía amonestaciones a su pueblo, no para destruirlo, sino para corregir sus errores.




 ESCUDRIÑAD LOS ESPÍRITUS CONOCIENDO INDIVIDUALMENTE LA SANTA PALABRA PARA QUE NO TENGÁIS CONFUSIÓN.

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