SALID DE BABILONIA PUEBLO MIO

CLAMA A VOZ EN CUELLO, NO TE DETENGAS, ALZA TU VOZ COMO TROMPETA Y ANUNCIA A MI PUEBLO SU REBELIÓN, Y A LA CASA DE JACOB SU PECADO.  Is.58:1

Y oí otra voz del cielo, que decía: SALID DE ELLA, PUEBLO MIO; para que no seáis participes de sus pecados y para que no recibaìs de sus plagas.  Ap.18:4

Salid de Babilonia, huid de los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo ultimo de la tierra.  Is.48:20

La invitación de Ap.18:4, a salir de Babilonia, junto con el mensaje de Ap.14:9-12, constituye la amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la tierra, sea de la denominación religiosa que sea.

El pueblo de Dios lo componen todos aquellos hombres y mujeres que guardan los mandamientos de Dios completos (incluyendo el Sábado como día de reposo establecido por Dios), sigan y vivan en el testimonio único de nuestro Señor Jesucristo, quien es el que inspira a los profetas verdaderos, como lo declara la Biblia Dios Habla Hoy en Ap.19:10

El pueblo de Dios no puede depender ni confiar en ninguna organización religiosa, ni en ningún ser humano. Nadie sino solo Cristo, y con una dependencia total de El, nos dará la vida eterna.  Miremos únicamente a Jesús, el perfecto y santo de Israel.  Nuestras esperanzas de vida se deben centrar solo en el Salvador.
Maldito el hombre que confía en el hombre, el que se apoya en la carne, y su corazón se aparta de Dios.

Sera como la zarza del desierto.  No vera el bien, sino que llorará en la sequedad del desierto, en la tierra salada e inhabitable.  Bendito el que confía en el Señor y pone su esperanza en El Creador. Jer.17:5-7
 
Aquel que lee los corazones y prueba todos los móviles, no dejara que nadie que desee conocer la verdad sea engañado en cuanto al resultado final de la controversia.

Dios tiene un pueblo en Babilonia y antes de que los juicios divinos lo visiten, estos fieles deben ser llamados para que salgan de la ciudad y que no tengan parte en sus pecados y en sus plagas.  

Los pensamientos correctos y los propósitos puros y santos no vienen a nuestra mente en forma natural, tendremos que luchar para alcanzarlos.  Los que se encuentran bajo el Espíritu de Dios  no buscaran sus propios placeres, ni diversiones.  Si Cristo preside sobre el corazón de los miembros de su iglesia, todos responderán a la invitación a salir de Babilonia, es decir buscaran obedecer a Dios en todos sus preceptos, dejaran las costumbres paganas, se despojaran de la falsa adoración, se alejaran de los falsos profetas y
engañadores que no hablan conforme a la verdad y a la justicia divina, sino que con sus propias palabras engañan a los hijos de Dios, y se apartaran de todo pecado e inmundicia.  Ya no adoraran mas a Dios en domingo, sino en SÁBADO, conforme a la Escritura Bíblica. Nuestra obra es unirnos humildemente con Cristo, quien es la ROCA ETERNA y VERDADERA, permitiendo que el Espíritu Santo obre en nosotros, nos perfeccione y nos ayude a dejar las tradiciones que son doctrinas venenosas.  Ningún mensaje nuevo o extraño debe ser de nuestro interés. El verdadero mensaje esta en las Sagradas Escrituras y al estudiarlas concienzudamente recibiremos sabiduría. Un examen detenido de nosotros mismos, nos mostrara nuestra verdadera condición; arrepentirnos, aceptar el perdón y tener un encuentro diario con Jesús es la mejor decisión que el ser humano debe tener.