DEFINICIÓN DETALLADA DEL PRIMERO MANDAMIENTO DE LA SANTA LEY CONFORME A LA ENSEÑANZA BIBLICA

No tendrás otros Dioses delante de mi . Ex.20:3 

Esto significa que Dios posee existencia propia y única, que no podemos remplazarlo por un ser humano o angelical, o alguna cosa material; no se debe desviar el honor que solo le pertenece a Dios, quien es el único digno de adoración y veneración. "A nadie en la tierra llames PADRE, porque uno es vuestro PADRE el que esta en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro MAESTRO el Cristo". Mt.23:9-10.

Dios es fuerte y sustenta todo. Nadie puede burlarse de Dios. Gal.6:7

Al Señor tu Dios, solo adoraras y a el solo servirás, Mt.4:10

A ningún ser humano debes pedir perdón porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre. 1Tim.2:5

Amar a Dios es obedecer su LEY. La obediencia es prueba de que estamos en el Señor. Decir que le amamos es reverenciarle darle honra, respetarle, someternos a sus ordenes divinas con amor e integridad y buena voluntad conforme a lo que esta escrito en su PALABRA. Rom.13:10; 6:16-17

Amar a Dios es confesarle con hechos acciones y palabras, creyendo firmemente en que el vive y reina por los siglos de los siglos. Rom.10:9

Amar a Dios sobre todas las cosas es reflejar el carácter puro y santo de Nuestro Señor Jesucristo, permitiendo que ÉL viva en nosotros, es dejarle en primer lugar, antes de iniciar cualquier actividad del día. Es permanecer en oración y acción, leer su PALABRA a conciencia y vivirla, cantarle himnos de alabanza con santidad en honor a su nombre (en las alabanzas a Dios no use tonalidades de reggae, metálica, rock, pop, rap, jazz,ranchera,salsa, vallenato, son, paseo, puya, merengue, o alguna otra sinfonía que tenga que ver con la adoración a los demonios) con la sublimidad que el Creador nos otorga puesto que no podemos beber la copa de los demonios y la de Dios a la vez. 1Cor.10:2-21

Amar a Dios es ser agradecidos. Luc.17:11-19

Adorar a Dios es el tema focal y discutido en medio de la gran tribulación. Amar a Dios es entregarle nuestro ser entero para que nos limpie, es dedicarle tiempo para hacer culto familiar e individual diariamente, mañana y tarde conociéndole mejor a través del estudio conziensudo de su santa palabra.