El té, el café, la cerveza, el vino, las bebidas alcohólicas y energizantes, los jugos azucarados y con colorantes y el tabaco, los
estupefacientes, los narcóticos y muchos otros, deben ser descartados completamente, puesto que es complacencia
pecaminosa que degrada la salud física, perturba y pervierte la relación con
Dios y con el prójimo, y dan autoridad al demonio para que viva dentro del
individuo. Lo perjudicial para la salud, no solo reduce el vigor físico, sino
que tiende a debilitar las facultades intelectuales y morales al acceder a cualquier
práctica anti higiénica y no podemos discernir entre el bien y el mal, aparte de inhabilitarnos para resistir el mal y se trasforma la buena relación con el
Padre Eterno.
Las bebidas energizantes como Red Bull, squash, Sporade,
Powerade, Gatorade, Activade, entre otras causan insomnio, desequilibrio
nervioso, aceleran el ritmo cardíaco, elevan los niveles de presión arterial y degeneran la energía natural del cuerpo. Son adictivas y por más de que las vitaminícen
no ofrecen ningún beneficio.
Es nuestra responsabilidad cuidar de nuestro cuerpo como
templo de Dios para tener una mente saludable, desarrollar discernimiento y
obtener sabiduría a través de la obediencia a Dios de la cual el nos tomara cuentas.
Pongamos por obra el buen uso de los remedios naturales que
Dios nos dejo y que son: el aire puro, el sol, la temperancia o abstinencia, el
descanso, el ejercicio, un régimen alimentación conveniente, el agua y la
confianza en el poder de Dios
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