LIBERACIÓN DE LOS SANTOS (2)


Cuando Jesús venga en las nubes de los cielos por segunda vez, su aspecto será tan brillante como el sol de medio día; sus ojos como llama de fuego; y sus pies parecerán como de fino bronce.  Resonará su voz como la de un concierto armónico de instrumentos músicos celestiales.

 La tierra temblará delante de Él; los cielos se apartarán como arrollado pergamino, y la montañas e islas se descuajaran de su asiento. "Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se esconderán en las cuevas y entre las peñas de los montes; y dirán a los montes y a las peñas;  caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de Aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; "¿y quien podrá sostenerse en pie?"  Los que poco antes hubieran exterminado de la tierra a los fieles hijos de Dios, presenciarán la gloria de Dios que sobre estos reposaba.

Y en medio de su terror, los impíos oirán las voces de los santos que en gozosas estrofas dirán: "He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará."

La tierra se estremecerá violentamente cuando la voz del Hijo de Dios llame a los santos que duermen, quienes responderán a la evocación y resurgirán revestidos de gloriosa inmortalidad, exclamando: "!VICTORIA! !VICTORIA! sobre la muerte y el sepulcro.  ¿Donde está, oh muerte tu aguijón? ¿donde, oh sepulcro, tu victoria?"  Entonces los santos vivientes y los resucitados elevarán sus voces en un prolongado grito de triunfo.  Aquellos cuerpos que habrán bajado a la tumba con los estigmas de la enfermedad y la muerte resucitarán inmortalmente sanos y vigorosos.  Los santos vivientes serán transmutados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, y arrebatados con los que salieron del sepulcro, estarán todos juntos listos a encontrar al Señor en el aire.  !Oh! !Cuan glorioso encuentro será ese!  Los amigos separados por la muerte volverán a unirse para nunca mas separarse.

Jesús vendrá en un carro de nubes y a cada lado del carro, habrán alas y debajo ruedas vivientes. Al girar las ruedas exclamaran "!SANTO!" y al batir las alas, gritaran "!SANTO!"  La comitiva de santos ángeles que rodeaba la nube exclamará: SANTO, SANTO, SANTO, SEÑOR OMNIPOTENTE!"  Los santos que estarán en la nube exclamarán "!GLORIA! !ALELUYA!" y el carro de nubes subirá hacia la SANTA CIUDAD.   Antes de entrar a ella, se organizarán los santos en un cuadrado perfecto, con Jesús en el centro y a quien sobresale su cabeza y sus hombros  en medio de ellos y los ángeles, de modo que todos los del cuadro podrán ver su majestuosa figura y amabilidad.