Al estudiar diariamente las ESCRITURAS, descubriremos los tesoros más preciosos que se encuentran allí registrados. Debemos aprovechar los pocos momentos de gracia que aún nos quedan, memoricemos los hermosos mensajes y conozcamos el verdadero carácter amoroso de Dios, para obtener la santificación antes de que sea tarde y la caída de la QUINTA PLAGA no nos coja sin la debida preparación y con escaso conocimiento de la verdad que nos conducirá a la vida eterna.
Dios ofrece protección a su
pueblo aún en medio de los terribles acontecimientos del fin. El pueblo de Dios no quedará libre de padecimientos, y aunque perseguido y acongojado, sufra
privaciones y falta de alimento, no será abandonado para perecer. El Dios que
cuidó a Elìas, no abandonará a ninguno de sus abnegados hijos en los momentos más difíciles de la historia de este mundo.
El que cuenta los
cabellos de nuestra cabeza, cuidará de ellos y los atenderá en tiempos de
angustia y hambruna. Mientas los malvados estén muriendo de hambre y
pestilencia, los ángeles de Dios
protegerán a los justos y suplirán sus necesidades. Escrito está del que camina
en justicia que se le dará pan y sus aguas serán ciertas “Cuando los pobres y
menesterosos buscan agua y no la hay, la lengua se les seca de sed, yo Jehová
les escucharé; yo el Dios de Israel no les abandonaré. Is.33:16; 41:17
Aunque la higuera no florezca ni
en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no
den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en
los corrales, con todo yo me alegraré en Jehová. Hab.3:17-18
Jehová es tu guardador; Jehová es
tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Sal.121:5-7
Si los hombres tuviesen la visión
divina verían compañía de los ángeles poderosos estacionados en torno de los que
han guardado la palabra de Dios y vivido en el testimonio y la paciencia de
Jesús.
Durante LA QUINTA PLAGA LA LEY DE DIOS aparecerá en el cielo sostenida por una mano en dos tablas de piedra,
puestas una sobre la otra. El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia
porque Dios es el JUEZ” Sal.50:6. Esta Ley Santa, Justicia de Dios, que entre
truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaì como guía de la vida, se
revelará a los hombres como norma del juicio. La mano abrirá las tablas donde
se ven los preceptos del decálogo escrito como con letras de fuego. Las
palabras serán tan distintas que todos podremos leerlos, la memoria será
despertada, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecerán de
todos los espíritus y los DIEZ PRECEPTOS DIVINOS, breves, inteligibles y llenos
de autoridad, se presentaran a la vista de todos los habitantes de la
tierra.
Los perdidos condenarán a sus
falsos pastores por haberles profetizado cosas lisonjeras e inducirlos a
menospreciar la LEY DE DIOS disimuladamente y a perseguir a quienes querían
santificarla.
Las manos mismas de los que los
ensalzaban se levantarán para aniquilarlos y pronunciarán contra ellos las más
terribles maldiciones. Los falsos pastores y dirigentes, los falsos apóstoles y
maestros que hoy vuelven ineficaz la PALABRA DE DIOS, sufrirán las escenas
descritas en Apocalipsis 18, cuando los juicios de Dios caigan sobre la
Babilonia mística.
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